Nuestra experiencia
17.000 niños y niñas crecen en centros de acogida esperando una familia
¡Demostremos que somos un país acogedor!
¡España haz tu magia!
Un deseo: crecer en familia
Acoger no es para todos, hablar de acogimiento, sí.
MAYTE, actualmente profesora y niña de acogida en su infancia.
“Si no hubiera sido acogida, no hubiera estado ni estaría donde estoy ahora”
Padres de acogida
“En el acogimiento no todo es de color de rosa…tiene su parte dura, pero también es muy bonito, y ser una familia abierta nos enriquece a todos”
Catalina, Madre biológica
“Yo al principio no compartía que mi hijo fuera acogido, pensé que lo iba a perder. Pero cuando conocí a la familia de acogida y vi que se desvivían por él, pensé que mi hijo tenía mucha suerte.. Tenemos una muy buena relación entre nosotros”
Abuelos biológicos
“No tenemos la sensación de que estamos perdiendo a un nieto. Al contrario, estamos muy unidos a la familia de acogida y el niño lo percibe. Esto es lo mejor para él”.
Sara, niña de acogida durante la infancia.
“Para mi el acogimiento ha representado una segunda oportunidad. He tenido muchísima suerte. He aprendido a perdonarme, a seguir adelante y dejar el pasado atrás. Me han ayudado a ver la vida de otra manera, sin miedo”.
Mila, trabajadora social
“El acogimiento debe ser visibilizado y eso es una responsabilidad de todos. Toda la tribu, familia biológica, de acogida y administración debe aunar fuerzas para conseguir que el niño se desarrolle de la mejor manera posible.”
Felicia, profesora
“Yo he sido testigo de cómo el acogimiento es un proceso de transformación: del niño que pasa a desarrollarse en plenitud, de la familia con su capacidad para hacer crecer a los demás y de la comunidad, porque ven referentes de que lo que parece imposible se puede hacer”.